lunes, 6 de agosto de 2012

Cóndor muere intoxicado por plomo en Chile


Cóndor muere por intoxicación con plomo
04 de Agosto, 2012 02:08
“Quisiera hacer un llamado a los cazadores deportivos, que se encuentran legalmente inscritos en el SAG, para que cumplan con los requisitos que establece la ley de caza, y a que sean responsables con la actividad que realizan", dijo el director regional del SAG.


El Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, Región de Los Lagos, junto a la Universidad San Sebastián de Puerto Montt realizaron un trabajo conjunto para intentar salvar la vida de un cóndor hembra, que fue encontrada enferma en la provincia de Palena. 

“Lamentablemente esta hermosa ave rapaz falleció debido a la presencia de seis perdigones de escopeta alojados en su estómago”, dijo el Director Regional del SAG, explicando que “según los análisis practicados por profesionales del Hospital Veterinario de la Universidad San Sebastián, la causa de muerte se debió a una intoxicación por plomo, a raíz de la ingesta de presas de caza deportiva que no fueron levantadas de la zona por los cazadores”. 

El cóndor es un ave emblemática de Chile y su población se encuentra en estado vulnerable. Su alimentación se basa principalmente en aves y mamíferos muertos, tanto silvestres como domésticos. 

“Quisiera hacer un llamado a los cazadores deportivos, que se encuentran legalmente inscritos en el SAG, para que cumplan con los requisitos que establece la ley de caza, y a que sean responsables con la actividad que realizan. Se deben tomar las medidas del caso para evitar que aves carroñeras protegidas en nuestro país se vean afectadas”, enfatizó la autoridad regional del SAG.  

El SAG y la Universidad San Sebastián mantienen un convenio de colaboración en materia de cuidado y recuperación de especies de la fauna silvestre. “Las especies heridas que llegan al SAG son atendidas en la clínica veterinaria de la Universidad. En este lugar se le practican las evaluaciones y exámenes necesarios para contar con un diagnóstico sobre su salud y estado nutricional”, sostuvo Fröhlich. 

Por su parte, la doctora Natasha Barrios, directora del Hospital Veterinario de la Universidad San Sebastián explicó que “al llegar la cóndor presentaba dificultades notorias, ya que no era capaz de incorporarse, se encontraba muy débil y deshidratada, con una condición corporal extremadamente baja. A la examinación, se determinó que presentaba un cuadro de diarrea severo, sin evidenciar traumas ni fracturas aparentes. De inmediato, se le efectuaron todos los exámenes y procedimientos médicos tras los cuales se logró establecer la presencia de 6 perdigones en una sección del aparato digestivo (lumen)”. 

Finalmente la profesional dijo que “las aves presentan una alta sensibilidad al plomo. Dos o tres perdigones alojados en el sistema gastrointestinal de un ave, durante un período de 7 a 21 días, bastan para desencadenar un cuadro de plumbismo”.

lunes, 2 de abril de 2012

El SAG liberó un cóndor

Miércoles, 20 de abril de 2011

SAG liberó a un cóndor en sector cordillerano de Curarrehue


Región de la Araucanía, 18 de abril de 2011.- Este es el noveno ejemplar de la especie que el SAG devuelve a su hábitat natural. La importante acción es parte de las labores permanentes que el Servicio realiza para conservar la fauna silvestre chilena.

Región de la Araucanía, 18 de abril de 2011.- Este es el noveno ejemplar de la especie que el SAG devuelve a su hábitat natural. La importante acción es parte de las labores permanentes que el Servicio realiza para conservar la fauna silvestre chilena.

Luego de seis meses de rehabilitación y encontrándose en óptimas condiciones, el Ministerio de Agricultura, a través, del Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, devolvió a su hábitat natural, a un cóndor (Vultur gryphus) hembra juvenil, en el sector Caren Alto, comuna de Curarrehue.

La actividad de liberación, que llevó a cabo el SAG, causó mucha expectación entre la comunidad y las instituciones públicas y privadas. CONAF, Seremi de Medio Ambiente, Clínica Veterinaria Metrenco, ONG Cóndor Blanco y en niños del Complejo Educacional Monseñor Francisco Valdés de la comuna de Curarrehue, se reunieron en el sector cordillerano para ver a la especie regresar a su hogar.

El ejemplar, que recorrió el terreno y se tardó en alzar el vuelo, fue encontrado en el mes de octubre por un agricultor que dio aviso al SAG, organismo que trasladó al cóndor, que se encontraba con un ala herida, a la clínica veterinaria Metrenco. Esta institución se encuentra oficialmente inscrita para la rehabilitación de todo tipo de especies silvestres que necesitan atención.

La médico veterinaria, Nora Prehn Roth, recalcó que si no hay una adecuada recuperación previa, no puede haber liberación: Lo que nosotros hacemos es recuperar a los animales y posteriormente mostrarles, o en este caso enseñarles, que pueden volar nuevamente.
Por su parte, el Director del SAG Araucanía, Luis Alfredo Mora, explicó que “este cóndor hembra, de 10 kilos y 84 centímetros de alto, es el noveno ejemplar que el SAG devuelve a su hábitat natural. Esta importante acción es parte de las labores del Servicio, que tienen como fin la conservación de la fauna silvestre chilena”. En ese sentido, el SAG desarrolla permanentemente acciones de monitoreo, investigación y catastros en vida silvestre. Estas actividades muchas veces cuentan con la participación de la comunidad, del sector académico y de otras organizaciones públicas y privadas. Así fue en este caso, en que se realizó un importante trabajo en conjunto con la Clínica Veterinaria Metrenco, para recuperar y reintegrar a su medio a una especie que se encuentra protegida por ley.

De acuerdo a la ley de Caza y su reglamento, el cóndor es considerado una especie en categoría rara o poco conocida desde la región del Bío Bío a Los Lagos y en Cites (Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Silvestre Protegidas), se encuentra catalogada en apéndice 1, lo que indica que es una especie en peligro de extinción. El cóndor es un ave falconiforme de la familia Cathartidae que habita en la cordillera de Los Andes y en las costas de Sudamérica adyacentes al océano Pacífico. Es el ave más grande de América, y a su vez el ave voladora más grande del mundo.

Finalmente el Servicio Agrícola y Ganadero, realizó un llamado a la comunidad para que, en caso de encontrar especies en peligro de extinción o protegidas, se contacten con el SAG, para así poder derivarlos a los lugares más idóneos para su rehabilitación y recuperación.

martes, 6 de marzo de 2012

El 4 de marzo de 2012 avisté 10 cóndores

El 4 de marzo de 2012 disfrute del vuelo de 10 cóndores de distinto sexo y edad cerca del refugio San Bernardo, en Las Heras, Mendoza. En construccion




viernes, 1 de julio de 2011

El cóndor en el Parque de las leyendas Perú

El Cóndor información del Parque de las leyendas


El cóndor andino (Vultur gryphus) es una especie de ave de la familia Cathartidae. Habita en la cordillera de los Andes y en las costas de Sudamérica adyacentes al Océano Pacífico, y es el ave más grande de todo el Hemisferio Occidental.1
Es un buitre grande y negro, con plumas blancas alrededor del cuello y en partes de las alas, en especial los machos. La cabeza carece de plumas y es de color rojo, y puede cambiar de tonalidad de acuerdo al estado emocional del ave. A diferencia de la mayor parte de las aves de presa, el macho es mayor que la hembra.
Es principalmente un ave carroñera, que se alimenta de carroña. Prefiere los cadáveres grandes, como los de ciervos o vacas. Alcanza la madurez sexual a los cinco o seis años y anida entre los 3.000 y 5.000 metros de altitud, generalmente en formaciones rocosas inaccesibles. Suele poner uno o dos huevos al año. Es una de las aves más longevas, pudiendo alcanzar la edad de 50 años.
Es un símbolo nacional de Colombia, Ecuador, Bolivia, Argentina, Perú y Chile, y tiene un importante rol en el folklore y la mitología de las regiones andinas de Sudamérica. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la cataloga como una especie casi amenazada, ya que sufre la pérdida de su hábitat y el envenamiento secundario por la ingesta de algunas presas matadas por cazadores. Varios países iniciaron programas de reproducción en cautividad.


El cóndor andino fue descrito en 1758 por Carlos Linneo en la décima edición de Systema naturae, y conserva la nomenclatura binominal original de Vultur gryphus. A veces se lo conoce como cóndor argentino, cóndor chileno, cóndor boliviano, cóndor colombiano, cóndor peruano, o cóndor ecuatoriano en referencia a los países en donde habita. El término genérico Vultur proviene del latín vultur o voltur, que significa "buitre". Éste a su vez deriva de la palabra del griego antiguo γρυπός (grupós, "pico con forma de gancho"). A su vez, la palabra cóndor proviene del quechua, kuntur.


Descripción.
El cóndor andino es reconocido como el ave voladora más grande del planeta. Y el que mayor superficie alar presenta. Los adultos llegan a medir hasta 142 cm de altura, y entre 270 y 330 cm de envergadura, y pesan de 11 a 15 kg los machos y de 8 a 11 kg las hembras. Poseen la cabeza desnuda y relativamente pequeña, de color generalmente rojizo, aunque el mismo puede cambiar según el estado de ánimo del animal; pico de borde muy cortante y terminado en gancho. Las alas son largas y anchas, y las patas, no prensiles, poseen uñas cortas y poco curvas, y con la inserción del dedo posterior elevada. Las mismas están adaptadas para la marcha y para la sujeción de la carroña. Alcanzan la madurez sexual aproximadamente a los ocho años. El plumaje juvenil de ambos sexos es de color marrón hasta alcanzar en mudas sucesivas el característico plumaje negro-azulado de los adultos. Una ancha banda blanca resalta en el dorso de las alas y un nítido collar blanco no completamente cerrado al frente, protege la desnuda piel del cuello.
Los machos presentan una cresta o carúncula y pliegues en la cara y cuello que aumentan de tamaño con la edad. Alcanzan mayor peso y envergadura que las hembras y sus ojos son de color café. Las hembras no poseen cresta aunque al igual que los machos presentan pliegues. Sus ojos son de color rojizo.
Es también una de las aves que vuela a mayores alturas, utilizando las corrientes térmicas ascendentes verticales de aire cálido pueden trepar con relativa facilidad los 7000 metros; luego puede planear por cientos de kilómetros planeando el territorio casi sin mover las alas extendidas, el cóndor consume muy poca energía y merced a su denso plumaje puede soportar climas gélidos.
Cabe señalar que (como ocurre con las cigüeñas) los cóndores son prácticamente mudos al tener atrofiada la siringe.


Alimentación.
El cóndor se alimenta generalmente de animales muertos. Una vez localizada la carroña, los cóndores no descienden a comer de manera inmediata sino que se limitan a volar sobre la misma o se posan en algún lugar desde donde ésta se vea claramente. Uno o dos días pueden pasar hasta que finalmente se acercan. Comienzan a alimentarse en los puntos más accesibles o blandos de los cadáveres, es decir, los ojos, lengua, ano, ubre o testículos, abdomen y entrepierna. Con sus fuertes y cortantes picos desgarran los tejidos y abren los cueros lo que adicionalmente facilita el aprovechamiento de la pieza por parte de carroñeros de menor envergadura. Un cóndor puede ingerir unos 5 kilogramos de carne en un día y asimismo puede ayunar hasta cinco semanas.


Anidaje.
Para anidar escogen generalmente cuevas en grandes paredes rocosas verticales, protegidas del viento y la intemperie. Las dimensiones de los nidos son altamente variables. Depositan el único huevo directamente sobre el substrato arenoso de las cuevas en el cual han creado una depresión presionando el pecho contra el substrato. Igualmente utilizan el pico para dar forma final a los bordes del mismo. Este comportamiento se ha observado especialmente en los machos.


Dormideros.
Los dormideros, compartidos por ejemplares adultos, sub-adultos y juveniles de ambos sexos están generalmente localizados en riscos altos y protegidos de la lluvia, el viento y potenciales depredadores. En la mayoría de los casos observados los dormideros y posaderos preferidos, y por ende disputados, son los que reciben más temprano los rayos solares. Siendo que la carroña esta distribuida al azar, los animales usan repetidamente varios sitios de descanso o pernocta dependiendo de la disponibilidad de alimento en el área llegando a concentraciones de hasta 124 individuos.


Reproducción.
En ambiente natural, uno de los aspectos menos conocidos del cóndor es el referido a su reproducción. Los cóndores son básicamente monógamos, es decir que escogen una pareja y permanecen con ésta de por vida. Sólo en caso de que uno de los dos muera, el otro busca una nueva pareja. El ciclo reproductivo del cóndor, incluido el cortejo, apareamiento, incubación y levante del polluelo hasta su emancipación dura aproximadamente dos años. La especie posee el período de incubación más prolongado entre las aves rapaces; en el momento de estro o celo el color comúnmente rojizo de la piel de la cabeza se les torna amarillento. Luego de 56 a 60 días de incubación compartida, nace el polluelo el cual es alimentado por ambos padres con carne regurgitada. A los seis meses ya intenta dar sus primeros vuelos en el área inmediata a su lugar de nacimiento y a los nueve el juvenil está listo para acompañar a sus padres en sus vuelos. De ellos asimila los conocimientos ancestrales básicos para su supervivencia. Al cabo de un año y medio o dos se integra a la población local, y disputa un lugar en la carroña


Filogenia.
Aunque hasta hace relativamente poco tiempo se clasificaba a los cóndores entre los buitres, actualmente se nota que su linaje es más próximo al de las cigüeñas y garzas pese a que la divergencia evolutiva les ha distanciado grandemente en aspecto y hábitos. Quizás Argentinavis magnificiens se cuente entre los ancestros de los cóndores; lo que está comprobado es que los cóndores colonizaron sus territorios desde las zonas frías ubicadas en el sur de Sudamérica, al elevarse la cordillera de los Andes los biotopos con climas fríos se extendieron hasta las actuales Colombia y Venezuela y aún más al norte (California por ejemplo).


Distribución.
El cóndor andino se encuentra distribuido a lo largo de la Cordillera de los Andes, desde el sur de la Tierra del Fuego (Argentina y Chile) hasta el occidente de Venezuela, su área máxima de difusión hacia el este se ubica en Argentina alcanzando el Océano Atlántico en las provincias de Santa Cruz, Chubut y Río Negro, luego toca las sierras que se encuentran en el oeste de la provincia de La Pampa y las Sierras de Córdoba (ocasionalmente se han reportado avistamientos en la Sierra de la Ventana ubicada en el sureste de la provincia Buenos Aires) . Sin embargo, en Venezuela fue declarado en extinción, y en Colombia, el Perú y Ecuador sus poblaciones naturales han disminuido.
Desde 1800, su distribución y número a lo largo de toda América del Sur ha disminuido considerablemente, llegando a estar en peligro de extinción, el motivo para tal merma ha sido el exterminio a manos humanas por la creencia de que los cóndores cazan ganado vivo y que ciertas partes de su cuerpo tienen poderes terapéuticos o mágicos. Ha podido constatarse la supervivencia en libertad de 2784 cóndores distribuidos entre Argentina y Chile con 2500 ejemplares, Perú con 120, norte del Perú con 50 (sin datos en el sur), Colombia con 100 y Venezuela con 14 (población asentada a partir de las liberaciones con ejemplares provenientes de la cría en cautividad ya que con anterioridad se habían extinguido en 1965). En Bolivia se carecen de registros.


Estatus poblacional de la especie.
Desde diciembre de 1997 se vienen llevando a cabo reintroducciones de cóndores en su antigua área de distribución provenientes de la cría ex situ, llegando hasta las 65 liberaciones. De ellos solo tres murieron, por disparo, intoxicación y electrocución.
Todos los ejemplares liberados van equipados con emisores vía satélite con placas solares que permiten su seguimiento por todos los Andes. Esta técnica se empleó por primera vez con estas aves.


Amenazas.
Las poblaciones de cóndor andino han sufrido en las últimas décadas un alarmante descenso a todo lo largo de su cordillerana distribución. Lamentablemente no existen censos históricos fidedignos para cada país que permitan tener una idea perfectamente clara de la situación. Sin embargo la condición de la especie ha pasado a ser crítica en Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, países que conforman los Andes del Norte.
En Colombia y Venezuela se están llevando a cabo en la actualidad proyectos de repoblación en áreas históricamente habitadas por cóndores y de las cuales fueron extirpados en el s. XX. Basándonos en el estudio de registros históricos, podemos afirmar que la densidad poblacional de la especie fue siempre menor en el extremo norte de su distribución (Andes del Norte) comparado con los países del sur, quizá debido parcialmente a que países como Bolivia, Chile y Argentina poseen vastos territorios relativamente despoblados de humanos y con excelente hábitat para la especie.


El misticismo de su muerte.
Los incas creían que el cóndor era inmortal. Según cuenta el mito, cuando el animal siente que comienza a envejecer y que sus fuerzas se le acaban, se posa en el pico más alto y saliente de las montañas, repliega las alas, recoge las patas y se deja caer a pique contra el fondo de las quebradas, donde termina su reinado. Esta muerte es simbólica, ya que con este acto el cóndor vuelve al nido, a las montañas, desde donde renace hacia un nuevo ciclo, una nueva vida. El cóndor simbolizaba la fuerza, la inteligencia y el enaltecimiento o exaltación. Era un animal respetado por todos aquellos que vivían en los Andes desde tiempos prehispánicos, ya que no sólo traía buenos y malos presagios, sino que también era el responsable de que el sol saliera cada mañana, pues con su energía era capaz de tomar el astro y elevarlo sobre las montañas iniciando el ciclo vital.

Simbolismo.
Aparece como símbolo patrio en los escudos de armas de las Repúblicas de Chile (fuerza), Colombia (Libertad y Orden), Ecuador (poderío, grandeza y valor) y Bolivia (búsqueda de horizontes
sin

viernes, 27 de mayo de 2011

Cóndores en El Portezuelo. Catamarca





El 17 de mayo anduve por la Cuesta del Portezuelo, en Catamarca despueé de una trepada de 18 km por un camino muy sinuoso, llegamos al filo o cima por ella recorrimos 27 km de tierra y piedra en muy mal estado, pero tuve mi recompensa, primero vi dos cóndores y quince minutos después vi un grupo de siete que planeaban a lo lejos. Lamentablemente el camino se abría hacia la derecha alejándome de ese grupo que no pude fotografiar bien.

Acá un aguilucho común.


En la cima de la Cuesta.



Mirando desde arriba, la trepada de 18 km.



martes, 15 de marzo de 2011

Ornitólogos peruanos II

En Arequipa, en el Cañón de Colca, el 28 de mayo de 2009, Juán Cárdenas Carrasco tomó esta foto donde se pueden contar 18 cóndores. Fuente Birding Perú.

martes, 8 de marzo de 2011

Ornitólogos peruanos I

Cóndor

El cóndor andino (Vultur gryphus) es una especie de ave de la familia Cathartidae. Habita en la cordillera de los Andes y en las costas de Sudamérica adyacentes al Océano Pacífico, y es el ave más grande de todo el Hemisferio Occidental.1
Es un buitre grande y negro, con plumas blancas alrededor del cuello y en partes de las alas, en especial los machos. La cabeza carece de plumas y es de color rojo, y puede cambiar de tonalidad de acuerdo al estado emocional del ave. A diferencia de la mayor parte de las aves de presa, el macho es mayor que la hembra.
Es principalmente un ave carroñera, que se alimenta de carroña. Prefiere los cadáveres grandes, como los de ciervos o vacas. Alcanza la madurez sexual a los cinco o seis años y anida entre los 3.000 y 5.000 metros de altitud, generalmente en formaciones rocosas inaccesibles. Suele poner uno o dos huevos al año. Es una de las aves más longevas, pudiendo alcanzar la edad de 50 años.
Es un símbolo nacional de Colombia, Ecuador, Bolivia, Argentina, Perú y Chile, y tiene un importante rol en el folklore y la mitología de las regiones andinas de Sudamérica. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la cataloga como una especie casi amenazada, ya que sufre la pérdida de su hábitat y el envenamiento secundario por la ingesta de algunas presas matadas por cazadores. Varios países iniciaron programas de reproducción en cautividad.

El cóndor andino fue descrito en 1758 por Carlos Linneo en la décima edición de Systema naturae, y conserva la nomenclatura binominal original de Vultur gryphus. A veces se lo conoce como cóndor argentino, cóndor chileno, cóndor boliviano, cóndor colombiano, cóndor peruano, o cóndor ecuatoriano en referencia a los países en donde habita. El término genérico Vultur proviene del latín vultur o voltur, que significa "buitre". Éste a su vez deriva de la palabra del griego antiguo γρυπός (grupós, "pico con forma de gancho"). A su vez, la palabra cóndor proviene del quechua, kuntur.

Descripción.
El cóndor andino es reconocido como el ave voladora más grande del planeta. Y el que mayor superficie alar presenta. Los adultos llegan a medir hasta 142 cm de altura, y entre 270 y 330 cm de envergadura, y pesan de 11 a 15 kg los machos y de 8 a 11 kg las hembras. Poseen la cabeza desnuda y relativamente pequeña, de color generalmente rojizo, aunque el mismo puede cambiar según el estado de ánimo del animal; pico de borde muy cortante y terminado en gancho. Las alas son largas y anchas, y las patas, no prensiles, poseen uñas cortas y poco curvas, y con la inserción del dedo posterior elevada. Las mismas están adaptadas para la marcha y para la sujeción de la carroña. Alcanzan la madurez sexual aproximadamente a los ocho años. El plumaje juvenil de ambos sexos es de color marrón hasta alcanzar en mudas sucesivas el característico plumaje negro-azulado de los adultos. Una ancha banda blanca resalta en el dorso de las alas y un nítido collar blanco no completamente cerrado al frente, protege la desnuda piel del cuello.
Los machos presentan una cresta o carúncula y pliegues en la cara y cuello que aumentan de tamaño con la edad. Alcanzan mayor peso y envergadura que las hembras y sus ojos son de color café. Las hembras no poseen cresta aunque al igual que los machos presentan pliegues. Sus ojos son de color rojizo.
Es también una de las aves que vuela a mayores alturas, utilizando las corrientes térmicas ascendentes verticales de aire cálido pueden trepar con relativa facilidad los 7000 metros; luego puede planear por cientos de kilómetros planeando el territorio casi sin mover las alas extendidas, el cóndor consume muy poca energía y merced a su denso plumaje puede soportar climas gélidos.
Cabe señalar que (como ocurre con las cigüeñas) los cóndores son prácticamente mudos al tener atrofiada la siringe.

Alimentación.
El cóndor se alimenta generalmente de animales muertos. Una vez localizada la carroña, los cóndores no descienden a comer de manera inmediata sino que se limitan a volar sobre la misma o se posan en algún lugar desde donde ésta se vea claramente. Uno o dos días pueden pasar hasta que finalmente se acercan. Comienzan a alimentarse en los puntos más accesibles o blandos de los cadáveres, es decir, los ojos, lengua, ano, ubre o testículos, abdomen y entrepierna. Con sus fuertes y cortantes picos desgarran los tejidos y abren los cueros lo que adicionalmente facilita el aprovechamiento de la pieza por parte de carroñeros de menor envergadura. Un cóndor puede ingerir unos 5 kilogramos de carne en un día y asimismo puede ayunar hasta cinco semanas.

Anidaje.
Para anidar escogen generalmente cuevas en grandes paredes rocosas verticales, protegidas del viento y la intemperie. Las dimensiones de los nidos son altamente variables. Depositan el único huevo directamente sobre el substrato arenoso de las cuevas en el cual han creado una depresión presionando el pecho contra el substrato. Igualmente utilizan el pico para dar forma final a los bordes del mismo. Este comportamiento se ha observado especialmente en los machos.

Dormideros.
Los dormideros, compartidos por ejemplares adultos, sub-adultos y juveniles de ambos sexos están generalmente localizados en riscos altos y protegidos de la lluvia, el viento y potenciales depredadores. En la mayoría de los casos observados los dormideros y posaderos preferidos, y por ende disputados, son los que reciben más temprano los rayos solares. Siendo que la carroña esta distribuida al azar, los animales usan repetidamente varios sitios de descanso o pernocta dependiendo de la disponibilidad de alimento en el área llegando a concentraciones de hasta 124 individuos.

Reproducción.
En ambiente natural, uno de los aspectos menos conocidos del cóndor es el referido a su reproducción. Los cóndores son básicamente monógamos, es decir que escogen una pareja y permanecen con ésta de por vida. Sólo en caso de que uno de los dos muera, el otro busca una nueva pareja. El ciclo reproductivo del cóndor, incluido el cortejo, apareamiento, incubación y levante del polluelo hasta su emancipación dura aproximadamente dos años. La especie posee el período de incubación más prolongado entre las aves rapaces; en el momento de estro o celo el color comúnmente rojizo de la piel de la cabeza se les torna amarillento. Luego de 56 a 60 días de incubación compartida, nace el polluelo el cual es alimentado por ambos padres con carne regurgitada. A los seis meses ya intenta dar sus primeros vuelos en el área inmediata a su lugar de nacimiento y a los nueve el juvenil está listo para acompañar a sus padres en sus vuelos. De ellos asimila los conocimientos ancestrales básicos para su supervivencia. Al cabo de un año y medio o dos se integra a la población local, y disputa un lugar en la carroña

Filogenia.
Aunque hasta hace relativamente poco tiempo se clasificaba a los cóndores entre los buitres, actualmente se nota que su linaje es más próximo al de las cigüeñas y garzas pese a que la divergencia evolutiva les ha distanciado grandemente en aspecto y hábitos. Quizás Argentinavis magnificiens se cuente entre los ancestros de los cóndores; lo que está comprobado es que los cóndores colonizaron sus territorios desde las zonas frías ubicadas en el sur de Sudamérica, al elevarse la cordillera de los Andes los biotopos con climas fríos se extendieron hasta las actuales Colombia y Venezuela y aún más al norte (California por ejemplo).

Distribución.
El cóndor andino se encuentra distribuido a lo largo de la Cordillera de los Andes, desde el sur de la Tierra del Fuego (Argentina y Chile) hasta el occidente de Venezuela, su área máxima de difusión hacia el este se ubica en Argentina alcanzando el Océano Atlántico en las provincias de Santa Cruz, Chubut y Río Negro, luego toca las sierras que se encuentran en el oeste de la provincia de La Pampa y las Sierras de Córdoba (ocasionalmente se han reportado avistamientos en la Sierra de la Ventana ubicada en el sureste de la provincia Buenos Aires) . Sin embargo, en Venezuela fue declarado en extinción, y en Colombia, el Perú y Ecuador sus poblaciones naturales han disminuido.
Desde 1800, su distribución y número a lo largo de toda América del Sur ha disminuido considerablemente, llegando a estar en peligro de extinción, el motivo para tal merma ha sido el exterminio a manos humanas por la creencia de que los cóndores cazan ganado vivo y que ciertas partes de su cuerpo tienen poderes terapéuticos o mágicos. Ha podido constatarse la supervivencia en libertad de 2784 cóndores distribuidos entre Argentina y Chile con 2500 ejemplares, Perú con 120, norte del Perú con 50 (sin datos en el sur), Colombia con 100 y Venezuela con 14 (población asentada a partir de las liberaciones con ejemplares provenientes de la cría en cautividad ya que con anterioridad se habían extinguido en 1965). En Bolivia se carecen de registros.

Estatus poblacional de la especie.
Desde diciembre de 1997 se vienen llevando a cabo reintroducciones de cóndores en su antigua área de distribución provenientes de la cría ex situ, llegando hasta las 65 liberaciones. De ellos solo tres murieron, por disparo, intoxicación y electrocución.
Todos los ejemplares liberados van equipados con emisores vía satélite con placas solares que permiten su seguimiento por todos los Andes. Esta técnica se empleó por primera vez con estas aves.

Amenazas.
Las poblaciones de cóndor andino han sufrido en las últimas décadas un alarmante descenso a todo lo largo de su cordillerana distribución. Lamentablemente no existen censos históricos fidedignos para cada país que permitan tener una idea perfectamente clara de la situación. Sin embargo la condición de la especie ha pasado a ser crítica en Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, países que conforman los Andes del Norte.
En Colombia y Venezuela se están llevando a cabo en la actualidad proyectos de repoblación en áreas históricamente habitadas por cóndores y de las cuales fueron extirpados en el s. XX. Basándonos en el estudio de registros históricos, podemos afirmar que la densidad poblacional de la especie fue siempre menor en el extremo norte de su distribución (Andes del Norte) comparado con los países del sur, quizá debido parcialmente a que países como Bolivia, Chile y Argentina poseen vastos territorios relativamente despoblados de humanos y con excelente hábitat para la especie.

El misticismo de su muerte.
Los incas creían que el cóndor era inmortal. Según cuenta el mito, cuando el animal siente que comienza a envejecer y que sus fuerzas se le acaban, se posa en el pico más alto y saliente de las montañas, repliega las alas, recoge las patas y se deja caer a pique contra el fondo de las quebradas, donde termina su reinado. Esta muerte es simbólica, ya que con este acto el cóndor vuelve al nido, a las montañas, desde donde renace hacia un nuevo ciclo, una nueva vida. El cóndor simbolizaba la fuerza, la inteligencia y el enaltecimiento o exaltación. Era un animal respetado por todos aquellos que vivían en los Andes desde tiempos prehispánicos, ya que no sólo traía buenos y malos presagios, sino que también era el responsable de que el sol saliera cada mañana, pues con su energía era capaz de tomar el astro y elevarlo sobre las montañas iniciando el ciclo vital.

Simbolismo.
Aparece como símbolo patrio en los escudos de armas de las Repúblicas de Chile (fuerza), Colombia (Libertad y Orden), Ecuador (poderío, grandeza y valor) y Bolivia (búsqueda de horizontes.

Fuente Parque de las Leyendas Lima Perú. 2011.

Fuente mites). También aparece en el escudo de la Hispanidad representada