“Lamentablemente esta hermosa ave rapaz falleció debido a la presencia de seis perdigones de escopeta alojados en su estómago”, dijo el Director Regional del SAG, explicando que “según los análisis practicados por profesionales del Hospital Veterinario de la Universidad San Sebastián, la causa de muerte se debió a una intoxicación por plomo, a raíz de la ingesta de presas de caza deportiva que no fueron levantadas de la zona por los cazadores”.
El cóndor es un ave emblemática de Chile y su población se encuentra en estado vulnerable. Su alimentación se basa principalmente en aves y mamíferos muertos, tanto silvestres como domésticos.
“Quisiera hacer un llamado a los cazadores deportivos, que se encuentran legalmente inscritos en el SAG, para que cumplan con los requisitos que establece la ley de caza, y a que sean responsables con la actividad que realizan. Se deben tomar las medidas del caso para evitar que aves carroñeras protegidas en nuestro país se vean afectadas”, enfatizó la autoridad regional del SAG.
Por su parte, la doctora Natasha Barrios, directora del Hospital Veterinario de la Universidad San Sebastián explicó que “al llegar la cóndor presentaba dificultades notorias, ya que no era capaz de incorporarse, se encontraba muy débil y deshidratada, con una condición corporal extremadamente baja. A la examinación, se determinó que presentaba un cuadro de diarrea severo, sin evidenciar traumas ni fracturas aparentes. De inmediato, se le efectuaron todos los exámenes y procedimientos médicos tras los cuales se logró establecer la presencia de 6 perdigones en una sección del aparato digestivo (lumen)”.
Finalmente la profesional dijo que “las aves presentan una alta sensibilidad al plomo. Dos o tres perdigones alojados en el sistema gastrointestinal de un ave, durante un período de 7 a 21 días, bastan para desencadenar un cuadro de plumbismo”.