lunes, 1 de febrero de 2010

A pesar de los agoreros el cóndor no se quiere extinguir.

Foto Adriana Von Hagen


El cóndor no se quiere extinguir y empieza a renacer en la Amazonía
Algunos ejemplares, oriundos de los Andes, han sido avistados en los bosques de Chachapoyas después de medio siglo de ausencia
Miércoles 27 de enero de 2010 - 08:28 am
Por Wilfredo Sandoval
Los bosques de niebla de la Amazonía peruana nos dieron una nueva lección de vida. El hecho ocurrió la primera semana de enero en el lejano distrito de Leymebamba, Chachapoyas, donde quedó registrada la primera liberación de un cóndor andino de 8 meses de edad que, en su intento por aprender a volar, se rompió la pata y quedó indefenso en un terreno de propiedad privada.
La investigadora Adriana von Hagen, quien desarrolla un interesante proyecto para la observación de colibrís cerca del museo de Leymebamba, fue quien evitó que algunos pobladores sacrifiquen al hermoso ejemplar. Decidida a todo y con el apoyo de algunos especialistas como Fernando Angulo, Adriana optó por brindarle techo, alimento y cuidar del animal durante tres semanas.
Precisamente, el terreno de su propiedad —ubicado en la cuenca del valle del río Atué— fue el escenario natural donde el juvenil cóndor fue liberado, medida que se llevó a cabo con la presencia de profesionales de la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre del Amazonas (DGFFS).
UNA BUENA SEÑALPara el jefe de la DGFFS de Chachapoyas, José Delgado Castro, la liberación del cóndor andino marca un hito porque establece la señal inequívoca de la existencia de estos ejemplares, que se creían extintos en la zona.
La autoridad refirió que el ejemplar sería una de las crías de una de las dos parejas de cóndores adultos que fueron avistadas hace dos meses por los moradores en las montañas de Leymebamba. “Esto significa que estas aves habrían reaparecido en el Amazonas después de casi medio siglo”, dijo emocionado.
Ciro Mercado, encargado de la liberación del cóndor, aprovechó la oportunidad para concientizar a los pobladores de la zona, quienes tienen la creencia errada de que las aves carroñeras son las culpables de la muerte y desaparición de su ganado vacuno y otros animales.
A los cóndores andinos se los asocia con la conocida Laguna de los Cóndores, donde hace varios años se descubrieron cientos de momias intactas de la nobleza Chachapoyas.
Foto: Adriana Von Hagen


Articulo original